Como ya os conté en una entrada anterior mi embarazo de GuerreraPequeña nada tuvo que ver con el maravilloso embarazo de GuerreraMayor.
Pues como era de esperar el parto tampoco fue igual, si en el parto de Aroa podía morirse ella, en este casi me voy yo.
Como Aroa había sido una cesárea programada para evitar sufrimiento fetal, y habían pasado mas de cinco años no había ningún problema en tener un parto natural. Yo me hice mi plan de parto, donde dije que no quería epidural, que quería donar el cordón y lo que mas ilusión me hacia era hacer el piel con piel con Celtia y tenerla conmigo, ya que de Aroa no había podido ser.
Día 21 de Febrero voy a ginecología por la mañana ya pasadita de cuentas y deciden practicarme la maniobra de Hamilton (esto consiste en que la ginecóloga despega la bolsa del útero para intentar adelantar el momento del parto) es bastante dolorosa, pero bueno ya tenia tantas ganas de dar a luz que solo pensaba en que así estaríamos mas cerca de ese momento.
Me fui para casa y pase una mañana algo dolorida pero bien, a las cuatro recuerdo que fui a buscar Aroa al colegio y mis compañeras me decían que ya no tenia muy buena cara....pensé que eran las molestias por la maniobra.
A las seis de la tarde ya estoy muy incomoda y PapaGuerrero y yo decidimos llevar Aroa a casa d la abuela, si me ponía de parto de noche no íbamos a despertarla y ponerla nerviosa.
Y ajuste muy bien las horas, porque a las 8 de la tarde ya estaba ingresada con las aguas rotas y contracciones de parto y 2cm dilatados.
Me bajan para dilatación y el dolor empieza a ser muy grande, y llevaba ya dos días sin dormir, por lo que entre contracción y contracción me queso dormida...y me despierto angustiadisima.
PapaGuerrero y una de las matronas me dicen que porque no valoro la idea de la epidural, que sufrir por sufrir es una tontería....aguanto un rato pero al final decido ponerla.
Cuando me empieza a pinchar la anestesista, me comenta que me ha echo una punción húmeda, es decir pincho donde no debía y pierdo liquido de la médula, por lo que pase lo que pase en el parto, debería de pasar 2 días acostada del todo.
A las 7 de la mañana me dicen que estoy de 8 cm y yo no aguanto el dolor....pero las gines parece que no me creen.
A las 8 con el cambio de turno viene una nueva ginecóloga me toca me dice que estoy de 9 cm que el parto se ha paralizado y que me hacen una cesárea, a mi me suena un poco raro pero con los dolores ya solo quería que me sacaran a la pequeña de una vez.
Viene los anestesistas y por el cateter de la epidural intentan meterme la intradural, después se de dos intentos fallidos y planteandose dormirme de todo, por fin se dan cuenta de que tengo mal puesto el cateter y por eso tengo tanto dolor, no he tenido epidural.....
Así que deciden llevarme a quirófano y pincharme allí de nuevo, me despido de PapaGuerrero, el cual se queda destrozado en la habitación.
Yo sólo voy pensando en ver ya a mi pequeña y si ya he pasado una cesárea....y no es para tanto! El tiempo me pasa muy despacio hasta que siento que la sacan, veo que pasan dos pediatras y me pongo a temblar....me la traten me la ponen 2 minutos en el coló y me dicen que mi placenta huele fatal, que para prevenir se llevan a la pequeña a neonatos....y mi pesadilla se vuelve a repetir....una cesárea y sin niña a mi lado.
Me voy para el despertar unas horas y luego para planta donde PapaGuerrero me enseña fotillos de mi pequeña y que si todo esta bien mañana subirá para planta conmigo.
Y así fue el día 23 de febrero a las 11 de la maña por fin pude coger a Celtia. He de decir que Aroa ya bajara la tarde anterior a ver a su hermanita.
En el siguiente post os cuento mi postparto.